Dispositivos portátiles como rastreadores de actividad física y relojes inteligentes que se recargan con nuestro propio sudor. Esta es la posibilidad con la que está experimentando un grupo de investigadores de la Universidad de Glasgow en Escocia. La tecnología en desarrollo pretende utilizar el sudor como fuente de energía en lugar de las baterías tradicionales.
Según lo informado por el Instituto de Ingeniería y Tecnología, el tipo de supercondensador flexible desarrollado se puede utilizar para reemplazar los electrolitos presentes en las baterías tradicionales con el sudor del cuerpo humano. Para que el dispositivo funcione, el equipo eligió una tela de poliéster celulosa (que actúa como electrodo) y una fina capa de un polímero especial. La tela absorbe el sudor del usuario. y lleva los iones al interior para interactuar con el polímero, desencadenando una reacción electroquímica que genera energía.
Los investigadores probaron la tecnología con algunos corredores voluntarios que, sudando, generaron alrededor de 10 milivatios, suficiente para alimentar algunos LED. Este experimento demostró que, en teoría, la tecnología también podría funcionar a gran escala. Por supuesto que aún queda un largo camino por recorrer. La primera aplicación real pudo ver la tecnología acompañar a la carga clásica, pero no reemplazarla.
El objetivo final de la investigación es explorar la posibilidad de utilizar métodos más respetuosos con el medio ambiente para generar energía sostenible. El equipo quería demostrar que el sudor humano ofrece una oportunidad real para eliminar materiales tóxicos, a menudo presentes en las baterías tradicionales. En definitiva, quizás nunca lo habíamos pensado pero el sudor se puede considerar como una fuente de energía renovable.
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