¿Qué significa ser un aventurero? La cuestión no es extraña, en el sentido de que el público siempre da por sentado que el héroe no teme a nada y no duda en lo más mínimo ante los peligros. En particular, los protagonistas de los videojuegos siempre han demostrado habilidades sobrehumanas, logrando enfrentarse a decenas, si no miles, de oponentes sin pestañear y consiguiendo beber decenas, si no cientos, de pociones curativas y maná en el espacio de unos minutos sin siquiera haber tenido ir al baño . ¿Y si no fuera así de simple? ¿Qué pasaría si los constantes enfrentamientos con criaturas horribles también les costaran algo en términos de cordura? ¿Alguien ha pensado alguna vez que, golpe tras golpe, enemigo muerto tras enemigo muerto, herida sufrida tras herida sufrida, hasta el más duro de los héroes podría necesitar algún apoyo psicológico (y urológico, en el caso de los protagonistas de los juegos de rol)? )?
En el Revisión de Darkest Dungeon 2 Descubriremos si vale o no la pena liderar un grupo de héroes siempre al borde de la locura.
¡En un carruaje!
El primer Darkest Dungeon puso al jugador al mando de un grupo de héroes que tenían que entrar en mazmorras oscuras para buscar enemigos y tesoros. El olor lovecraftiano había llevado a los desarrolladores a centrar el sistema de juego en locura, es decir, en la progresiva pérdida de cordura de los personajes a la que estaban conectadas muchas de las otras mecánicas. Darkest Dungeon 2 replica el concepto casi servilmente, pero lo sitúa en un escenario completamente diferente. Una vez reunido el grupo, el jugador debe tomar el control de un carruaje que transporta la luz de la esperanza. Luego deberá iniciar el viaje que lo llevará de ciudad en ciudad, de posada en posada, hasta llegar a su objetivo final. En el camino, sin embargo, cualquier cosa puede pasar y los audaces héroes tendrán que lidiar con demonios de todo tipo, internos y externos, por así decirlo.
La idea de carro Probablemente nació del deseo de crear algo más dinámico que el primer Darkest Dungeon, eliminando el concepto de una base operativa desde la que puedan comenzar todas las operaciones. En este sentido, la secuela es más un juego de viaje, literalmente en la carretera, con mapas generados procedimentalmente que ofrecen muchas ramas y muchos lugares para encontrar para obtener bonificaciones, equipos o bajar un paso más hacia el abismo de la mente.
Cuando llegas a una intersección, se te pregunta dónde quieres ir, con el tipo de edificio principal que encontrarás en el camino claramente visible, para que las decisiones del jugador estén más informadas. Como se subraya, el carruaje debe ser controlado directamente y éste también tiene su propia resistencia y equipamiento, hasta el punto de que algunos acontecimientos que encontramos durante el viaje están diseñados para dañarlo. En ocasiones también hay que evitar simples obstáculos o trampas, que corren el riesgo de acabar prematuramente con nuestra aventura. Todo funciona bastante bien, excepto que cada partida de Darkest Dungeon 2 puede durar varias horas: un aspecto que, como veremos, representa un problema a su manera.
El sistema de combate de Darkest Dungeon 2
Entre los principales acontecimientos a afrontar en el camino se encuentran, naturalmente, algunos encuentros hostiles con criaturas más o menos grandes. El sistema de combate Se ha mantenido casi idéntico al del primer capítulo: los miembros del grupo y los enemigos actúan por turnos basándose en la iniciativa y utilizan sus técnicas y habilidades en relación con la posición asumida en el despliegue. Por ejemplo, un disparo puede apuntar a la retaguardia, pero no contra el primer enemigo de la fila, mientras que un corte puede alcanzar a las dos primeras criaturas de la alineación, pero no a la tercera o cuarta. Asimismo, algunos ataques se inhiben cuando el personaje está detrás de las líneas. Hay excepciones, como los jefes que hacen una historia separada, pero en general mucho depende de la clase del héroe y de cómo se desarrolló.
Dicho esto, los héroes que reciben múltiples golpes y no mueren tienen el suyo elevado. nivel de estrés, hasta el punto de tener verdaderas crisis en la batalla y desarrollar rasgos psicológicos que influyen en su desempeño general. Además, con el tiempo las relaciones entre los miembros del partido también empiezan a cambiar, haciendo menos banal el concepto de posicionamiento y colaboración y aumentando los factores a tener en cuenta para salir con vida y llegar al final del mapa.
Al Posada los héroes podrán descansar, comprar o vender equipamiento, repartir sus puntos de experiencia y realizar todas aquellas acciones de microgestión del grupo necesarias para continuar, incluidas algunas que alivien los problemas de estrés. El problema en este caso es un equilibrio poco excepcional y la aparente arbitrariedad de algunas decisiones. El propio jugador no tiene el control directo del partido excepto en algunos casos en los que, ante las opciones, debe decidir cuál de las propuestas apoyar, rechazando las demás. El resultado es que algunas relaciones que se crean dentro del grupo nunca se sienten como el fruto de las propias acciones, sino como algo caído desde arriba por un algoritmo misterioso.
Más tiempo, pero se cansa antes.
Durante los primeros juegos se escribe, por así decirlo, el resultado de las expediciones: todos los héroes morirán. Es poco probable que puedas llegar al final del camino con los primeros personajes seleccionados, que sirven principalmente para aclimatarte a los numerosos sistemas de juego, afortunadamente explicados mediante un tutorial en texto enriquecido que se puede consultar en cualquier momento. Una vez que una parte muere, comienza otra., se podría decir, pero en el caso de Darkest Dungeon 2 nos pareció bastante oneroso, debido a la duración de los juegos individuales, mayor que la media de los títulos del género. Como se mencionó, en el primer capítulo siempre comenzamos desde una base operativa, donde era posible contratar nuevos héroes, curar a los viejos, etc. Aquí lideras un grupo a la vez y los llevas a aventuras hasta que maten a todos sus miembros. La estructura del juego, sin embargo, tiende a crear ralentizaciones que, sumadas a la propensión de los personajes a la charla, a menudo inútil, alargan bastante cada viaje. Por cierto: en algunos casos pueden durar varias horas y, sinceramente, tener que empezar de cero después de cada derrota es un poco pesado, quizás porque la menor precariedad del grupo te lleva a conocerlo y en cierto modo a apegarte. a su dinámica, quizás porque seguimos hablando de un momento importante, que choca un poco con la agilidad típica de los roguelikes, que suelen ofrecer ciclos de juego mucho más rápidos precisamente para poder centrarse más en la progresión del personaje/grupo.
Si a esto le sumamos el hecho de que liderar un solo grupo a la vez reduce mucho la intensidad de algunos sistemas, incluido el de locura, que aparecen más diluidos dentro de la experiencia, el resultado es que Darkest Dungeon 2 nos cansó antes de lo esperado, a pesar de las mayor número de contenidos y la mayor variedad de situaciones que se pueden encontrar.
Técnicamente, el título de Red Hook Studios hace su trabajo, presentándose exactamente en el estilo visual del primer capítulo, con el que la continuidad es total, pero ofreciendo más animaciones, más entornos y un mundo 3D creado al estilo de un juego muy sencillo pero agradable a la vista. Desde este punto de vista tiene mucho éxito y está claro que se construyó a partir de la experiencia anterior. Espere, por tanto, dibujos con líneas muy duras y marcadas y tonos oscuros especialmente acentuados, tonos que también se reflejan en la banda sonora, más rica en sonidos y música que su predecesor. La variedad de escenarios y el número de enemigos también son buenos, más que en el primer episodio.
Conclusiones
Versión probada PC con Windows Entrega digital Vapor, Tienda de juegos épicos Precio 23,99 € Holygamerz.com 7.0 Lectores (23) 7.6 Tu votoDarkest Dungeon 2 es sin duda un buen juego, creado por expertos a partir de la experiencia del primer episodio. Quizás, sin embargo, fue precisamente la comparación con el predecesor lo que llevó a los desarrolladores a exagerar, mezclando la fórmula original con ambiciones narrativas más tradicionales de juego de rol, que terminan creando contrastes evidentes (no siempre agradables) y haciendo que los juegos demasiado, lo que hace muy difícil tener que empezar desde cero cada vez. Definitivamente vale la pena jugarlo, pero en general parece menos intenso y atractivo que Darkest Dungeon, a pesar de su mayor riqueza.
PRO
- Mucho más ambicioso que su predecesor
- Estilísticamente muy refinado
- Tantos acontecimientos que afrontar
CONTRA LA
- Menos intenso que Darkest Dungeon
- Los partidos individuales duran demasiado y la experiencia se siente muy diluida.